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Con dos padres lectores y mil libros en mi casa tenía dos opciones: aborrecer la lectura o empezar a leer desde muy pequeña. Dado que el blog es de literatura y no de coches o fútbol, supongo que sabéis que ganó. 

Como ya os he dicho, me encanta leer desde pequeña y aunque entiendo y respeto que haya gente a la que no le gusta leer, creo que existe un libro para cada persona, un libro que por un motivo u otro te engancha, que te hace pensar en él a cada instante que no estás leyendo. A veces, este libro puede hacer que sigas con la senda de la lectura y otras tal vez sea el único libro que leas, pero ese libro está ahí, impasible, esperando por ti.

No recuerdo cual fue el primer libro que leí, aunque me recuerdo de pequeña yendo a librerías con mis padres y comprando cada vez un libro nuevo. Además, cada vez que reordeno mi estantería para que me quepan más libros encuentro algunos que me leí de pequeña y ya no recordaba. Aunque mi libro favorito era un recopilatorio de cuentos llamado algo así como “101 cuentos”, de color azul y las solapas rotísimas de las veces que he pasado esas páginas.

Entre mis libros favoritos se encuentran El nombre del viento de Patrick Rothffus y Juntos, nada más de Anna Gavalda. Mi universo favorito es el de Harry Potter y si solo pudiera leer a un autor el resto de mi vida me moriría, porque no sabría a quien elegir entre Matthew Reilly y Matilde Asensi. Dejé de leer de forma asidua libros adolescentes hace ya algunos años, pero Lynne no deja de recomendarmelos así que me da que volveré a leerlos en poco tiempo.

Además de libros, leo mangas y veo animes; y desde hace tres años estoy viciadísima al k-pop y todo su universo (entrevistas, canciones...). Por si fuera poco, empecé en el mundo fanfiction a los diez años, y cada poco tiempo vuelvo a caer y dejo de leer libros oficiales.



Leeloo Von Caster



Me encantaría decir que leo desde siempre, pero entre que soy disléxica y que en mi colegio me hacían leer libros de mierda, no hubo forma de engancharme de pequeña. Tuvieron que pasaran tres cosas aisladas para que entrara en el mundo de la lectura: 

El primer desencadenante fue un libro interactivo de iPad, (que desafortunadamente ya no existe porque los desarrolladores no lo actualizaron), llamado Carmesina y los colores olvidados. Fue el primer libro por el que realmente me interesé, pero desafortunadamente no apliqué la misma emoción a los demás y se quedó en un hecho aislado.

El segundo, fue un cuento de Perrault llamado Barba azul que definitivamente no era para mi edad pero Leeloo es una sádica y me lo leyó cuando tenía diez años. Imaginaos lo que me gustó, que me ofrecí a leer una página ella y otra yo. Aún así, eso no hizo que me interesara la lectura.

Curiosamente, no fue un libro tradicional el último paso para que mi enganche con la literatura, sino un manga: El detectiu Conan. Fue el primer libro que me leí del tirón y el que hizo que empezara la saga donde conocí a mi primer gran amor literario: Gideon, de Las piedras preciosas. Leeloo aún se ríe de mi de vez en cuando, cada vez que recuerda una de mis grandes frases estelares: “Quiero un Gideon, pero que me quiera de verdad”.

Después de esto ya todo fue del tirón, leí libro tras libro; y cuando Leeloo me dijo que quería empezar un blog, le miré con ojos de Gato de Shrek y le dije que necesitaría una experta en libros adolescentes (que por cierto, a ver si lee más). 

Además de la lectura, soy una gran fan de las series y de los Sims.


Lynne Van Rhod

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